Introducción
Se trata de no quedarse al margen, de adaptarse a este nuevo sector del transporte en el que cada vez compiten más empresas; se trata de ofrecer más y ser mejor , de ganarle el pulso a la competencia, eso sí, pero con argumentos como la calidad, la seriedad, la rentabilidad, y no propinando estocadas bajas.
Ésta al menos es la filosofía que comparte la familia Gómez, propietarios de la compañía viguesa Transportes Augusto, una filosofía que llevan poniendo en práctica desde hace 10 años con un resultado destacable. Y es que hasta 1990, Transportes Augusto tan sólo era José Augusto Gómez, un transportista que distribuía el periódico ABC por Pontevedra desde los años 70 y se había afianzado con una ruta regular hacia Lille (Francia) cargando pegatinas para la automoción.
Precisamente al calor de la industria automovilística instalada en Vigo, el autónomo Augusto Gómez decidió formalizar una Sociedad Limitada e incrementar sus servicios de transporte.“Poco a poco fuimos creciendo, aumentando la flota y ganando clientes –cuenta José Augusto-. Hace cuatro años nos desplazamos a una nave en La Cañiza porque la anterior se nos había quedado pequeña, y por ese mismo motivo construimos recientemente la base de Porriño en la que ahora nos encontramos”.
La evolución de esta compañía especializada en los portes de gran volumen les ha llevado a reunir una flota de 30 vehículos entre rígidos y tractoras, aunque siguiendo la progresión de compras, la cifra podría llegar a los cincuenta camiones en un par de años. Cuando Augusto Gómez te explica las claves que les han permitido guiar esta trayectoria ascendente, parece que gestionar una empresa de transporte sea un juego de niños. Basta con llevar el máximo de mercancía posible a un precio razonable para ti y para el cliente, y que la carga llegue siempre a la hora.
Sin embargo, la cosa no debe ser tan sencilla, porque el 85% de los transportistas españoles siguen teniendo un solo camión, y buena parte de ellos se las ven y se las desean para conseguir retornos o llegar a fin de mes. De ahí se derivan malas prácticas, tarifas por los suelos, puñaladas al compañero y otra clase de lindezas.
A raíz del «Just in time»
El salto cualitativo que ha permitido a Transportes Augusto competir con grandes compañías europeas requiere un cambio de mentalidad. Significa dar sentido a esas palabras que en los manuales de la empresa del siglo XXI suenan tan huecas como dar servicios integrales al cliente. Por si no ha quedado claro, José Augusto nos pone un ejemplo: “Somos la única empresa de la zona que ofrece 3metros interiores libres, 120m³ de volumen de carga, remolques con estanterías para mercancía que no se pueda apilar y stock de materias primas. La gestión de stock nos permite acceder a un volumen de cargas muy importante, a unos clientes con los que antes no podíamos trabajar”.
Cuando las factorías de automoción decidieron suprimir los almacenes de piezas y trabajar just-in-time, Transportes Augusto comenzó a abrirse un hueco entre los camioneros de Pontevedra. Donde otros vieron el fin del transportista convencional, la ruptura de las costumbres, la dificultad de convertirse en almacenista además de en transportista, José Augusto Gómez vio una oportunidad de negocio. Compró una nave en la que pudiese guardad la mercancía, invirtió en una flota de vehículos a la medida de sus clientes y comenzó a moverse por toda Europa.La compañía mantiene rutas habituales por Inglaterra, Francia, Alemania, Italia, Holanda y Bélgica.
Trabajan con todo tipo de mercancía, aunque su especialidad son los portes de gran volumen, y ofrecen servicio de 24 horas a las factorías. Como explica Ana Gómez, que gestiona la empresa junto a su hermana Blanca bajo la atenta mirada de José Augusto, “nosotros nos ocupamos de que no haya rupturas de stock en la cadena de montaje. Tenemos las piezas en el almacén, les servimos dos o tres veces al día, las que hagan falta, y si nos llaman por una urgencia, acudimos inmediatamente”.La colaboración de Transportes Augusto con sus clientes les ha llevado al punto de “revisar piezas o incluso realizar pequeños embalajes –cuenta Ana Gómez-. Cuando una pieza sale defectuosa, nos lo comunican y nosotros las retiramos del pedido. Eso sale mas barato que devolver la mercancía a Francia o Alemania para que se revise allí”. En el fondo de la nave de 4.000m² no es difícil encontrar un par de empleados montando un par de componentes de automoción para servirlos ensamblados. En alguna ocasión destaca José Augusto “hemos fabricado alguna pieza. Ellos nos mandan los moldes y nosotros producimos el componente”.
Vehículos a medida
Otra de esas frases de licenciado en empresariales a las que Transportes Augusto ha sacado rendimiento es optimización de recursos. En la práctica, se reduce a algo tan sencillo como llevar el máximo de mercancía posible en cada viaje. Para ello, la compañía de transportes emplea mayoritariamente rígidos con remolque y semiremolques mega, con los conjuntos pueden cargar 120m³ de mercancía y cuentan con 15,60 metros lineales de carga, mientras que el mega se queda en 100m³ y 13,60 metros interiores.
El propietario de Transportes Augusto asegura que trabajan más caro que sus competidores, a cambio, ofrecen un servicio mucho más rentable para sus clientes. “En algunos casos –argumenta- hemos conseguido rebajarles costes importantes, de 70.000 a 100.000 euros anuales. Si llevamos más mercancía en cada viaje, el cliente puede hacer un viaje semanal en vez de dos, yo le cobro más caro, pero es beneficioso para ambos”.Para conseguir este incremento de mercancía, José Augusto Gómez encargó a su carrocero que desarrollara un sistema de plataformas elevables a su medida. La mercancía que transporta habitualmente (piezas de automoción) no permite apilar más de dos palets, de modo que al dividir el interior del remolque en dos niveles, puede cargar el doble de mercancía.
Otro accesorio peculiar son las bolsas de plástico que, montadas en el interior del semiremolque, les permite transportar hasta 120m³ de mercancía a granel como si fuera una cisterna. La carga, en forma de pequeñas bolas que pesan poco mas de tres toneladas, se extrae después con un aspirador.Siguiendo esta misma línea de buscar la máxima rentabilidad de los equipos, los responsables de Transportes Augusto decidieron unificar toda su flota en torno a un fabricante principal, y el elegido fue Renault Trucos. Los motivos, la cabina del Mágnum y el servicio 24 horas: “Nos gusta que el chofer lleve la mejor cabina, y la cosechadora es muy amplia. Además, para nosotros es muy importante contar con un servicio 24 horas que nos funcione, porque si tenemos una avería en Francia o Alemania, no podemos estar parados más de tres o cuatro horas. Trabajamos con una flota nueva para evitar averías, pero si hay un problema, necesitamos que la asistencia nos devuelva a la carretera inmediatamente, porque el cliente no puede esperar”.
La traba de las tarjetas
La empresa viene renovando los vehículos cada tres años, y lo último que están comprando son Renault Magnum de 480cv con cambio automático y suspensión neumática integral, siempre con la cabina más alta de la gama. Para una compañía que tiene las ideas tan claras y se esfuerza por mejorar cada día, lo que más les disgusta es que sea la propia Administración, que se llena la boca hablando del Plan Petra, la que les ponga más trabas.
José Augusto Gómez centra sus críticas en la controvertida normativa para la concesión de tarjetas de transporte, que impide obtener una licencia para hacer transporte internacional con un camión de más de dos años de antigüedad. “Tenemos un país aquí al lado, un competidor serio como es Portugal –razona José Augusto-, donde un camión que supere la ITV puede circular libremente por toda Europa, y lo mismo sucede en Francia. Sin embargo, yo me veo obligado a retirar de la ruta internacional un camión con tan sólo dos años de uso, y a los seis años ya no me conceden ni la tarjeta nacional. Esto es un perjuicio muy grande, porque el precio de los camiones de segunda mano es muy bajo y no se puede amortizar la inversión de 20 millones”. Esta normativa, según entiende el transportista, ha alimentado el crecimiento de las empresas portuguesas, ya que al comprar camiones baratos en España, pueden hacer los portes por menos dinero.
Para reducir el impacto de esta normativa, Transportes Augusto se ha visto obligado a utilizar los camiones de más de dos años en rutas naciones que se han abierto expresamente. El caso es tener los camiones rodando mientras puedan dar rendimiento, y ganarse el respeto de los clientes a base de ofrecer más y mejor servicio. Al fin y al cabo convertirse en un “operador integral que ofrezca al cliente servicios intangibles”, como se dice en la jerga del Plan Petra, y pese al Plan Petra.
Revista «Solo Camión». Nº164 – Octubre 2003.